“No te jactes del día de mañana, porque no sabes lo que el día traerá. No te jactes de ti mismo; que sean otros los que te alaben." – Proverbios 27:1-2 NVI
"Aunque al necio lo muelas y lo remuelas, y lo machaques como al grano, no le quitarás la necedad”. – Proverbios 27:22 NVI
Después de escuchar el devocional, medita en los siguientes puntos:
Esta mañana me levanté pensando...
… en una frase que posiblemente todos hemos dicho en algún momento: “A palabras necias, oídos sordos”. Y sordo se escribe con S de sabio.
1. Escuchar palabras necias nos lleva a experimentar sentimientos equivocados y como resultado tendremos actitudes incorrectas.
2. Con tantas voces que suenan a nuestro alrededor es importante ser intencionales en elegir lo que escuchamos; sobre todo cuando hay personas que no entienden lo que Dios está haciendo, y cada vez que te ven o te escuchan se levantan para contradecirte y afirmar que no deberías hacerlo.
3. La necedad se exterioriza en palabras cargadas de negativismo, fracaso, envidia; es allí cuando necesitas tener un oído sabio.
4. La sabiduría en acción se define por lo que oyes y por lo que hablas. La mejor manera de consolidar, usar y reconocer la sabiduría sobre la vida de alguien es a través de estas dos acciones “escuchar y hablar”.
5. Hoy toma la decisión de cerrar tus oídos a palabras necias, que cuando ellas lleguen te encuentren tan ocupado en la sabiduría, en la fe y en la esperanza que no haya lugar para que la necedad se acomode