No un vencedor, más que un vencedor

00:00

“¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? Así está escrito: «Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!» Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.” – Romanos 8: 31 – 39 NVI


Después de escuchar el devocional, medita en los siguientes puntos:

 

Esta mañana me levanté pensando...

… en que mi propósito como padre de familia es hacer todo lo que esté a mi alcance para que mis hijos salgan vencedores en cada situación de la vida.

1. No podemos esperar que nuestros hijos no tengan oposiciones, ni obstáculos, pero sí podemos darles las herramientas para que superen cada obstáculo y aprendan a caminar en la vida FIFAV (firmes, inconmovibles, fuertes, atentos, y valientes).

2. Que nada te haga desistir; mantente firme, convencido de que lo que estás haciendo no llegó a tu corazón como el deseo de  un hombre, sino que Dios lo puso en tu manos.

3. Declara: “yo me mantendré firme”. No hay éxito, ni fracaso, no hay nada creado que nos pueda separar ni apartar del amor que Dios nos ha manifestado.

4. En Dios no eres solo vencedor, sino más que vencedor. La diferencia entre un vencedor y alguien más que vencedor es que un vencedor depende y gana con sus fuerzas. Alguien más que vencedor lucha y vence con el Espíritu Santo.

5. Permite que Dios forme en ti una mentalidad de vencedor y toma la decisión de renunciar a la mentalidad de derrota. Confiésalo, medita en esta palabra, créelo. Dile a los que están a tu alrededor “yo soy más que vencedor”.

Loading controls...